Unas tailandesas que trabajan como prostitutas viven el sueño de toda puta y es que sus clientes las llevan de marcha y además terminan dándole buenas folladas, pero lo mejor de todo es que cuando se marchan del país, le dejan su buena pasta para que inviertan en ropa y seguir follando, por eso Tailandia es un buen país para irse de putas.